La Ciudad Vieja de Jerusalen, normalmente llena de gente, se vio vacía ayer domingo, con los comercios cerrados, una imagen diferente y nostálgica de la que suele tener en Pesaj.
En el patio interior, algunos fieles rezaban, uno de ellos llevando una toga blanca. En un edificio cercano al Santo Sepulcro, en el corazón de la Ciudad Vieja, algunos judíos también rezaban.
Frente a la pandemia de nuevo coronavirus, el gobierno israelí aplicó varias medidas de confinamiento, como el cierre de los lugares de culto y la prohibición de alejarse más de cien metros de su casa excepto para ir a trabajar o ir abastecerse de alimento.
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